Las reacciones de los seguidores variaron desde la desaprobación hasta la sospecha más profunda. Algunos manifestaron su preocupación de que el comportamiento de Yaroide no estuviera en consonancia con los principios de la fe que predica, e incluso insinuaron que su fe podría ser cuestionable. Las críticas más intensas sugirieron que el pastor estaba siendo utilizado como un peón por fuerzas oscuras para confundir a los creyentes y propagar una influencia negativa en la sociedad.
En lugar de abordar las críticas con seriedad, Yaroide optó por una respuesta en tono de burla, añadiendo incluso emojis de risa a sus respuestas, lo que avivó aún más la controversia entre sus seguidores. Parece que el líder religioso ha adoptado una actitud de indiferencia hacia las críticas negativas, como lo demostró en una historia compartida en su cuenta de Instagram, donde desafió las expectativas y opiniones de sus detractores amenazando con publicar un video bailando merengue.
Las reacciones de los seguidores revelaron una amplia gama de opiniones. Algunos defendieron la libertad de expresión de Yaroide, argumentando que el baile en sí mismo no es pecaminoso y que, mientras se realice de manera adecuada, no debería ser motivo de juicio. Otros, sin embargo, expresaron su decepción y desconfianza hacia el pastor, acusándolo de ser un falso profeta e incluso insinuando que podría estar del lado oscuro.