YOSPER, SANTO DOMINGO.- Un hombre de 60 años, Olivo Carrasco, encontró un trágico final al ser literalmente partido en dos por una pared que se derrumbó en el lugar donde realizaba sus labores habituales.
El fatídico incidente tuvo lugar durante una jornada aparentemente rutinaria de trabajo. Carrasco y sus colegas se encontraban inmersos en sus quehaceres diarios cuando, sin previo aviso, una de las estructuras del edificio en construcción cedió, atrapando al infortunado trabajador en un destino implacable.
Familiares y compañeros quedaron conmocionados y en busca de respuestas ante la magnitud de la tragedia. Un pariente cercano, que optó por preservar su identidad, expresó la necesidad de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos:
“Realmente no sabemos qué sucedió. Estamos buscando respuestas y esperamos que se lleve a cabo una investigación exhaustiva”.
El dolor y la consternación se palpitan en las palabras de una hija del fallecido, quien compartió entre lágrimas el impacto devastador de la noticia:
“Él siempre venía todos los días a verme por la mañana. Fue algo muy fuerte recibir esa noticia, algo muy doloroso”.
En este contexto, las autoridades policiales y los inspectores de seguridad se han movilizado para examinar minuciosamente el lugar del suceso. Se ha iniciado una investigación oficial con el objetivo de determinar si hubo negligencia o violaciones a los estándares de seguridad que desencadenaron esta lamentable tragedia.
La partida de Olivo Carrasco deja un vacío irreparable en su entorno cercano y una sombra de preocupación sobre la seguridad en los sitios de construcción, recordándonos la importancia crucial de salvaguardar la integridad de los trabajadores en todo momento.