Santo Domingo.– La comunidad del barrio Eduardo Brito, en Pedro Brand, ha sido sacudida por un violento asesinato que ha dejado a sus habitantes en estado de shock. Andri Cabrera, de 31 años, fue encontrado sin vida en la calle Francisco del Rosario Sánchez, con al menos cuatro impactos de bala y una mano cercenada, un acto de brutalidad que ha estremecido a todos los vecinos.
Los familiares de Cabrera, devastados por la tragedia, aseguran que su muerte está directamente relacionada con su resistencia al microtráfico que impera en la zona. Manuel Cabrera, hermano del fallecido, expresó entre lágrimas que el dolor que siente su familia podría ser el mismo que otras familias sufrirán si no se pone un alto a la violencia. “Como está llegando a mi familia, mañana puede ser a otra familia, y yo no quisiera que otra familia pase por la situación que nosotros estamos pasando”, afirmó con un nudo en la garganta.
Otro hermano del occiso, Bolívar Cabrera, denunció que ha recibido amenazas de muerte por parte de personas vinculadas al narcotráfico local. Según su testimonio, le dijeron cara a cara que sería acribillado porque no han podido sacarlo de su casa, y que, como represalia, decidieron acabar con la vida de su hermano. “Me dijeron que me van a entrar a tiros porque tienen un punto de drogas detrás de mi casa”, reveló Bolívar, añadiendo que hace poco tiempo una hermana suya también fue asesinada en circunstancias sospechosas.
La muerte de Andri Cabrera ha generado temor no solo en su familia, sino en toda la barriada, donde los residentes aseguran que la delincuencia está fuera de control y que el patrullaje policial es prácticamente inexistente. El temor de que estos actos de violencia se repitan ha sembrado el pánico entre los vecinos, quienes ya no se sienten seguros ni en sus propias casas.
Los restos de Andri serán velados en la casa materna y posteriormente sepultados en el cementerio municipal, mientras sus familiares y la comunidad claman por una intervención de las autoridades para esclarecer el caso y frenar la ola de criminalidad que azota la zona.