El huracán Helene ha dejado un saldo de al menos 93 muertos tras su paso por el sureste de Estados Unidos, con 30 decesos solo en el condado de Buncombe, Carolina del Norte, según informaron las autoridades. Este fenómeno ha afectado gravemente a estados como Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.
Las pérdidas materiales son considerables, con estimaciones económicas que varían entre 15.000 y 100.000 millones de dólares. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará las zonas más afectadas, y ha declarado desastres mayores en Florida y Carolina del Norte, lo que permitirá el acceso a fondos federales para la reconstrucción y asistencia inmediata. Las autoridades continúan con las operaciones de búsqueda y rescate en las áreas más devastadas, mientras algunos residentes intentan recuperar lo poco que queda de sus hogares.
Los equipos de rescate han informado que muchas de las víctimas fallecieron debido a la subida rápida de las aguas y los fuertes vientos. Además, los daños a la infraestructura, como redes de comunicación y transporte, han dificultado la respuesta en algunas áreas aisladas. Comunidades costeras han sufrido la peor parte del huracán, con viviendas arrasadas por marejadas ciclónicas.