El empresario y filántropo indio Ratan Tata sorprendió al mundo al destinar gran parte de su herencia a su perro Tito, además de beneficiar a su mayordomo y cocinero.
Tata, quien falleció el pasado 9 de octubre a los 86 años por complicaciones de salud, dejó en su testamento instrucciones claras sobre cómo repartir su fortuna.
Tata Motors, la empresa que lideraba, comunicó la noticia de su deceso, lo que generó una gran conmoción tanto en el ámbito empresarial como en el público.
Sin embargo, la revelación sobre su testamento fue lo que más captó la atención, pues especificaba que Tito debía recibir «cuidados ilimitados» y todos los recursos necesarios para su bienestar.
De acuerdo con el testamento, además de Tito, Tata dejó una parte de su fortuna para su mayordomo y asistente personal, Konar Subbiah, y para su cocinero de confianza, Rajan Shaw.
Tata, quien nunca se casó ni tuvo hijos, decidió honrar a quienes lo acompañaron de cerca durante su vida.
Esta noticia ha resaltado el lado generoso y particular de Ratan Tata, conocido por su espíritu filantrópico y compromiso con el bienestar de los que le rodeaban, demostrando su aprecio por sus seres queridos más allá de su familia biológica.