El pasado marzo, el medio N Digital reveló un presunto caso de estafa piramidal que involucraba inversiones en criptomonedas y la fe cristiana. Este esquema, relacionado con el joven Deny Emmanuel García Castillo y su madre, Graciela Castillo, líderes de la Iglesia Centro de Restauración Vida Eterna en San Cristóbal, alentaba a sus seguidores y familiares a pedir préstamos para invertir en una empresa de altas ganancias prometidas.
La compañía, Zamek Capital, registrada en junio de 2021, aseguraba a los inversionistas un retorno mensual de entre 5% y 6% a través de una plataforma en línea. Sin embargo, aproximadamente 90 personas que invirtieron entre 90 y 100 millones de pesos no recibieron los beneficios esperados y, en cambio, experimentaron pérdidas considerables, lo que sugiere que el modelo podría ser un esquema Ponzi.
Ante la falta de respuesta y el incumplimiento de las promesas de retorno, un grupo de afectados inició acciones legales. Siete meses después, el Ministerio Público solicitó medidas de coerción contra García Castillo y tres empleados de la empresa. Según el abogado Jeury, a García se le impuso presentación mensual, impedimento de salida y una fianza de 1 millón de pesos en efectivo.
Algunos afectados, como el querellante Jesús Elías Castro, consideran estas medidas un avance, aunque esperan sanciones más severas. La acusación formal contra los cuatro imputados podría presentarse en un plazo de seis meses, con la esperanza de que los inversionistas puedan recuperar una parte de sus aportes para cubrir deudas.
Desde el inicio de la investigación, la iglesia ha registrado una disminución en su asistencia, y persiste la inquietud sobre cómo ciertas personas explotan la fe para engañar a quienes buscan mejorar sus finanzas.