WASHINGTON – El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este viernes la presentación de cargos federales contra tres personas vinculadas a una supuesta conspiración orquestada por autoridades iraníes para asesinar al virtual ganador de las recientes elecciones presidenciales, el republicano Donald Trump. Según la acusación, el plan fue dirigido por un agente iraní que contrató a dos ciudadanos estadounidenses para ejecutar el crimen.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, declaró que Irán representa una «grave amenaza para la seguridad nacional”. Entre los acusados figuran Farhad Shakeri, señalado como líder de la trama, y dos cómplices identificados como Carlisle Rivera y Jonathon Loadholt, ambos residentes de Nueva York. Shakeri habría recibido instrucciones para asesinar a un ciudadano estadounidense de origen iraní y al presidente electo Donald Trump.
Justice Department Announces Murder-For-Hire and Related Charges Against IRGC Asset and Two Local Operatives @NewYorkFBI https://t.co/Fze3GZSzRy pic.twitter.com/Zp7jkvivpb
— FBI (@FBI) November 8, 2024
Un comunicado del Departamento de Justicia describe a Shakeri como el encargado de dirigir una red de asociados criminales para llevar a cabo los planes de asesinato impulsados por el régimen iraní. Mientras que Rivera y Loadholt han sido arrestados, Shakeri permanece prófugo y se cree que está en Irán.
Los cargos incluyen intento de asesinato por encargo, conspiración para cometer asesinato y blanqueo de capitales, delitos que podrían implicar penas de hasta 40 años de prisión para los detenidos. Adicionalmente, Shakeri enfrenta acusaciones por terrorismo y violación de las leyes de sanciones de Estados Unidos, lo que podría sumarle otros 60 años de cárcel en caso de ser capturado y condenado.
Las autoridades continúan investigando el alcance de la trama, subrayando que este caso refuerza las tensiones entre Estados Unidos e Irán, que han mantenido relaciones diplomáticas hostiles durante décadas.