Yosper, Puerto Príncipe. La misión de 400 policías kenianos desplegados en Haití para combatir la violencia de pandillas enfrenta graves desafíos. Al menos 20 agentes han presentado cartas de renuncia debido a retrasos en pagos y condiciones laborales extremas.
La última vez que algunos oficiales recibieron su salario fue en septiembre, a pesar de que los mandos superiores aseguran que los pagos están al día. Estas inconsistencias han generado tensiones dentro de la fuerza operativa.
Los policías han denunciado la falta de municiones adecuadas y la exposición constante a situaciones de alto riesgo. Enfrentan grupos armados mejor equipados mientras intentan mantener la seguridad en una región dominada por la violencia.
La misión internacional respaldada por la ONU tenía previsto contar con más de 2,500 oficiales de diversos países. Sin embargo, la mayoría aún no ha llegado, dejando a los kenianos en una posición vulnerable y con recursos limitados.
Escenas impactantes, como perros callejeros alimentándose de restos humanos, han incrementado la presión psicológica en los agentes, complicando aún más su labor en el terreno.
Mientras tanto, la expansión del control de las pandillas en Puerto Príncipe ha incrementado la violencia, dejando miles de víctimas. Las promesas del presidente keniano de enviar más efectivos no se han concretado, dejando en duda el futuro de la misión.
Más policías kenianos acaban de llegar a Haití, una cantidad de 200 nuevos policías. pic.twitter.com/MeVphr4RgU
— Haití en Español (@haitienespanol) July 16, 2024