Yosper, Santo Domingo.- El chicharrón de cerdo, un plato tradicional profundamente arraigado en la gastronomía latinoamericana, está ganando atención por sus sorprendentes beneficios nutricionales, según investigaciones recientes.
Aunque históricamente se ha asociado con alimentos poco saludables debido a su preparación tradicional, un estudio publicado en la revista científica Plos One ha demostrado que el chicharrón contiene nutrientes que lo posicionan como una opción más saludable de lo que se pensaba, incluso superando en algunos aspectos nutricionales a verduras como las espinacas, zanahorias y coliflor.
De acuerdo con el estudio, el chicharrón es rico en grasas saludables, especialmente el ácido oleico, una grasa monoinsaturada presente en el aceite de oliva y conocida por sus propiedades para proteger la salud cardiovascular.
Estas grasas pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol malo, prevenir enfermedades cardiovasculares e incluso disminuir el riesgo de diabetes.
Además, este alimento destaca por su contenido en proteínas de alta calidad, aportando aproximadamente 17 gramos de proteína por cada 28 gramos de chicharrón, lo que lo convierte en una excelente opción para fortalecer los músculos y prolongar la sensación de saciedad, beneficiando a quienes buscan mantener una dieta balanceada.
Otra propiedad relevante del chicharrón es su contenido de ácido esteárico, una grasa saturada que, según los investigadores, no eleva los niveles de colesterol en la sangre, desafiando la percepción negativa que suele asociarse con este tipo de grasas.
Asimismo, el chicharrón es una fuente importante de colágeno, un componente que no solo mejora la elasticidad de la piel y fortalece las articulaciones, sino que también contribuye a la salud ósea y ayuda a mantener una sensación de saciedad prolongada, lo que podría ser útil en el control del apetito.
A pesar de su alto contenido calórico, los expertos señalan que el chicharrón puede ser incluido en una dieta equilibrada siempre y cuando se consuma con moderación y se combine con otros alimentos saludables.
Su perfil nutricional lo convierte en mucho más que un simple placer culinario, posicionándolo como un alimento con propiedades respaldadas por la ciencia.
Este plato tradicional no solo deleita por su sabor, sino que también ofrece un aporte nutricional significativo que puede integrarse fácilmente en un estilo de vida saludable.
