Yosper, Santo Domingo. Una fiesta de cumpleaños se convirtió en el epicentro de una controversia pública cuando el icónico merenguero Rubby Pérez fue duramente cuestionado por el pastel de lujo que regaló a su hija, valorado en más de 600 mil pesos dominicanos.
Lejos de guardar silencio, el artista respondió con firmeza y sin filtros, dejando claro que no tolerará críticas por cómo decide celebrar a los suyos.
Noticias que debes leer ahora
La reacción del intérprete se produjo luego de que usuarios en redes sociales y algunos medios cuestionaran el gasto como excesivo, calificando el pastel como una extravagancia innecesaria.
Sin embargo, el cantante dejó claro que su amor por su hija está por encima de cualquier cifra, y que el valor emocional de ese momento no tiene precio.
Durante una entrevista, el artista aseguró que no pensó en lo que costaba el pastel, y que si fuera necesario “gastaría hasta 60 millones de pesos” en su hija, porque lo haría por amor, no por ostentación.
Además, aprovechó para enviar un mensaje sin rodeos a sus detractores: “Es para que los envidiosos se exploten.”
Rubby, con una carrera artística que lo ha consolidado como uno de los grandes del merengue, recordó que no debe rendir cuentas sobre cómo utiliza su dinero, especialmente cuando se trata de su familia.
“Yo he trabajado toda mi vida, y si quiero celebrarle a mi hija como se merece, lo haré sin pedir permiso”, afirmó con convicción.
Desde este episodio, la conversación se ha extendido más allá del pastel, abriendo debate sobre los límites del gasto personal en figuras públicas y cómo las redes magnifican lo privado.

Aunque los comentarios continúan dividiéndose entre apoyo y crítica, el mensaje de Rubby Pérez quedó claro: el amor de un padre no se mide en cifras, y mucho menos en opiniones ajenas.