Yosper, Santo Domingo, República Dominicana. “Este desconcertante y atroz acontecimiento… deja sin aliento mi alma”, fueron las palabras con las que Anthony Santos, una de las voces más queridas de la bachata, rompió el silencio tras el colapso del icónico centro de espectáculos Jet Set, ocurrido la madrugada del 8 de abril, en un suceso que ha dejado una herida abierta en el alma del país.

Mientras Rubby Pérez ofrecía una de sus interpretaciones más esperadas, el techo de la estructura cedió de forma abrupta, convirtiendo segundos de euforia en un escenario de horror.
Según el reporte oficial del Ministerio de Salud, la mayoría de las víctimas fallecieron a causa de traumatismos severos provocados por el desplome directo del techo sobre el área del público.
“Te extrañaré, amigo mío”, escribió Santos en una sentida dedicatoria a Dotel, rememorando una amistad que iba más allá del terreno deportivo.

A Nelsy Cruz, la definió como “una hermana”, reforzando el vínculo profundo que los unía más allá de la política. Sus palabras, publicadas en sus redes sociales, reflejan un sentimiento compartido por miles que hoy se sienten huérfanos de referentes y amigos.

Las imágenes captadas desde el aire por medios locales muestran el impacto del derrumbe: un enorme vacío en el centro del recinto, justo sobre el área donde se encontraban la mayoría de los asistentes. A pesar de la magnitud del evento, 189 personas fueron rescatadas con vida, aunque muchas de ellas permanecen hospitalizadas, algunas en estado crítico.
El propietario del establecimiento, Antonio Espaillat, aseguró que ha estado “en cooperación directa y total con las autoridades”, mientras se desarrolla una investigación estructural liderada por equipos técnicos especializados.
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Las causas del desplome aún no han sido esclarecidas, pero no se descarta que puedan derivarse acciones judiciales, una vez se obtengan los resultados del análisis estructural.

Desde ese día, el gobierno dominicano ha activado múltiples mecanismos de apoyo a los familiares de las víctimas, ofreciendo servicios de atención psicológica, asesoría legal y ayuda logística. Las muestras de solidaridad han llegado desde todos los rincones del país, con provincias como Azua y Monte Cristi sumidas en actos públicos de duelo.
El impacto del acontecimiento ha trascendido fronteras. El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio confirmó que entre las víctimas había ciudadanos de EE.UU., y expresó sus condolencias a través de un comunicado oficial, sumándose a la ola de pronunciamientos internacionales.
Al cerrar las labores de rescate, el general Méndez expresó: “Gracias al Altísimo que nos dio las fuerzas para poder llevar esto a cabo”, marcando el fin de una operación compleja, pero también el inicio de un proceso de duelo nacional que apenas comienza.

“Vida eterna para las almas que partieron y conformidad para quienes hoy enfrentan el vacío irreparable de la pérdida”, concluyó Anthony Santos, en un mensaje que condensa el eco emocional de un país que, desde esa noche, ya no será el mismo.