Características del período mesolítico
El Periodo Mesolítico denota la etapa prehistórica de transición que se ubica entre el Paleolítico (conocido como la Edad de Piedra Astillada) y el Neolítico (la Edad de Piedra Pulida). Este cambio aconteció de manera lenta y gradual, y es el Mesolítico el intervalo que abarca esta metamorfosis.
Características del período mesolítico
Cabaña del período mesolítico, Escocia, Reino Unido
Es fundamental reconocer que mientras el término "paleolítico" se refiere a la "edad de piedra antigua" y "neolítico" a la "edad de piedra nueva", la palabra "mesolítico" se traduce como "edad de piedra intermedia" o "entre piedras".
Divisiones del Mesolítico
Este lapso histórico se segmenta en dos etapas:
Epipaleolítico: Representa la fase final posglacial del Paleolítico y la etapa inicial del Mesolítico.
Protoneolítico: Corresponde al término del Mesolítico y el inicio del Neolítico.
Características
Durante el final del Paleolítico y comienzos del Mesolítico (alrededor del 10,000 al 5,000 a.C.), la tierra experimentó alteraciones geológicas y climáticas, originando diversas modificaciones en la existencia del ser humano prehistórico. Surgió una de las últimas glaciaciones y la temperatura se volvió más templada, posibilitando una renovada forma de vida para la población.
En esta época, el hombre paleolítico, de naturaleza nómada y en constante búsqueda de refugio y sustento, enfrentó un ambiente sumamente inhóspito, conocido como la “Edad de Hielo”. Ante las inclemencias climáticas, para subsistir, ocupaba cavernas para resguardarse del gélido clima y huir de las bestias salvajes.
Ya en el Mesolítico, los seres humanos, apodados nómadas estacionarios (vinculados con los periodos estacionales), acostumbraban residir en cuevas durante el invierno y en verano acampaban cerca de los ríos. Esto les permitió aprender habilidades de pesca y fabricar nuevas herramientas como anzuelos, flechas, redes y arpones. En síntesis, la vida en las grutas del Paleolítico fue sustituida por la existencia al aire libre.
Esta adaptación fue crucial para empezar a establecerse en un mismo lugar, facilitado gradualmente por la moderación del clima en el planeta. En el Mesolítico, se inició la construcción de refugios modestos hechos de piedra, madera y hojas.
El panorama cambió notablemente con la “Revolución Neolítica”, donde el hombre se tornó sedentario, adoptó métodos agrícolas, empezó a domesticar animales y a edificar viviendas.
En el Mesolítico, el descubrimiento del fuego mejoró la calidad de vida, al servir para alejar animales agresivos, alumbrar las noches, protegerse del frío y cocinar, entre otros usos.
Además, en la Edad de Piedra (conjunción entre el Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) el hombre empleó la roca como principal recurso para crear herramientas y utensilios, siendo modificado posteriormente en la “Edad de los Metales”.
Aunque el Neolítico es reconocido como el periodo de formación de las aldeas, división del trabajo y estructuración social, es durante el Mesolítico cuando los humanos empiezan a habituarse a las nuevas relaciones y a la emergencia de los núcleos familiares, consolidándose posteriormente en el Neolítico o Edad de Piedra Pulida.
Arte en el Mesolítico
El arte durante el período Mesolítico difiere ligeramente del periodo previo, el Paleolítico o Edad de Piedra Astillada. Comienza a emerger el arte al aire libre, mediante patrones abstractos, con el avance de la racionalización humana. Aun así, muchas representaciones de este período eran figurativas, enfocándose principalmente en figuras humanas.