Según los informes proporcionados, durante esta operación se decomisaron 440 galones de bebidas adulteradas, conocidas como clerén, que estaban almacenados en múltiples tanques de 55 galones. Además, se incautaron dos botellones de agua, una estufa industrial, un tanque de 25 libras, una tubería de cobre y un pozo utilizado para la fermentación de la bebida.
Es relevante destacar que, al momento de la llegada de las autoridades, no se encontraba ninguna persona en el lugar, como se detalla en un comunicado de prensa emitido al respecto.
Los agentes del Dintel se encuentran actualmente llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar la identidad de los responsables detrás de esta fábrica clandestina que ha sido recientemente desmantelada.
Las autoridades han reafirmado su compromiso de continuar combatiendo la producción y venta de bebidas alcohólicas adulteradas, dado que esta práctica representa un grave riesgo para la salud pública.