José Muñoz González, un agricultor de 74 años originario de Zapotlán el Rey, en la Región Ciénega del estado de Jalisco, perdió la vida tras ser mordido por una araña violinista, uno de los arácnidos más venenosos de México. La madrugada de un lunes, Muñoz fue trasladado de emergencia por sus hijos a la capital de Jalisco, con la esperanza de que recibiera atención médica oportuna. Sin embargo, su espera en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara se prolongó más de lo necesario, lo que resultó fatal.
Según relató Ismael Muñoz, hijo de la víctima, en declaraciones para TELEDIARIO Guadalajara, llegaron al hospital alrededor de las 04:00 de la mañana. En ese momento, José presentaba únicamente una herida en la mano producto de la mordida de la araña, la cual ya mostraba signos de infección. A pesar de ello, no se le brindó atención médica de inmediato.
Este retraso en la atención ha dejado a la familia consternada, con Ismael expresando su frustración por lo sucedido y señalando que la pronta intervención médica podría haber salvado la vida de su padre.
José Muñoz fue finalmente atendido después de ocho horas de espera, pero para entonces, su estado de salud era crítico. Sus síntomas se habían agravado considerablemente; su brazo y cuello estaban entumecidos, había perdido la capacidad de hablar y caminar, y finalmente perdió el conocimiento.
A pesar de los esfuerzos médicos, Muñoz falleció debido a dos infartos, lo que subraya la gravedad de la situación y la necesidad de una atención médica más eficiente y oportuna.
Ismael Muñoz, además, hace hincapié en que esta tragedia no es un caso aislado. Afirma haber hablado con otras veinte familias que, si bien no han enfrentado exactamente la misma situación, comparten la angustia de no saber dónde acudir en busca de ayuda médica. Este trágico incidente pone de relieve la importancia de mejorar los protocolos de atención médica de urgencia, para evitar que situaciones como estas se repitan en el futuro y se pierdan más vidas innecesariamente.