Comerciantes plantean crear zonas de libre comercio en la frontera
YOSPER, SANTO DOMINGO.- El tema de la frontera continúa siendo motivo de preocupación para los comerciantes dominicanos, quienes plantean la idea de establecer una zona de libre comercio en la que otros países puedan participar en el intercambio de mercancías, pero sin que los productos extranjeros compitan directamente con los productos locales.
Iván García, presidente de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), sostiene la necesidad de desarrollar la infraestructura adecuada para que los haitianos no tengan que ingresar a los pueblos fronterizos dominicanos, sino que puedan dirigirse a la zona de libre comercio. "Proponemos una zona de libre comercio en los cuatro puntos fronterizos principales, ya que sabemos que no solo a través de Pedernales, Jimaní, Elías Piña y Dajabón se realizan negocios, sino que existen otros cruces fronterizos donde se llevan a cabo transacciones comerciales", explicó García.
Otros comerciantes también respaldan esta propuesta debido a la percepción de que Haití no es un socio comercial confiable. Ricardo Rosario, presidente del Grupo de Detallistas Unidos, señala: "Desafortunadamente, Haití no es un socio confiable, y abogamos por una zona de libre comercio en la frontera para que los haitianos que deseen comprar puedan hacerlo, pero también para que ciudadanos de otros países como Cuba, Jamaica y Puerto Rico tengan la oportunidad de comprar y vender".
Antonio Cruz Rojas, presidente del Consejo Nacional de Comerciantes y Empresarios de la República Dominicana (Conacerd), menciona que es muy difícil para el Estado mantener un subsidio para los productores que están sufriendo pérdidas debido al cierre de la frontera con Haití. Señala que en Montecristi, donde se encuentra el mercado fronterizo, la mayoría de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) ha experimentado una disminución de más del 50% en sus ventas, lo que ha llevado a la reducción del personal en muchas de ellas.
Los comerciantes también expresan su preocupación porque, a pesar de que noviembre ha comenzado, las autoridades aún no han aprobado las importaciones de productos agropecuarios de consumo masivo para la temporada navideña. Temen que si no se agilizan los permisos necesarios, los precios de productos como el ajo puedan aumentar significativamente, como ocurrió en el pasado, lo que afectaría a los consumidores.