Robinson Amaury Javier Rincón, identificado como el agresor, presuntamente le roció gasolina y prendió fuego a Santana, dejando tres hijos en la orfandad.
La joven, quien sufrió quemaduras de tercer grado en el 39% de su cuerpo, sucumbió a las graves lesiones, mientras que el señalado, hasta el momento, permanece prófugo de la justicia.
La tragedia de Susana Santana Fabian no solo deja un doloroso vacío en su familia y amigos, sino que también resalta la cruda realidad de la violencia doméstica que afecta a tantas mujeres en nuestra sociedad. La impunidad que rodea al agresor agrega una capa de complejidad y preocupación a este trágico episodio.
Las autoridades están en la búsqueda de Robinson Amaury Javier Rincón, esperando que la justicia logre alcanzarlo para que responda por este horrendo crimen. La pérdida de Susana Santana Fabian es un recordatorio sombrío de la urgente necesidad de abordar y prevenir la violencia de género en nuestra sociedad.