La ciudad de Nueva York ha decidido extender su contrato con la Fundación de la Asociación de Hoteles por casi $1,000 millones. Esta extensión permitirá que la ciudad continúe proporcionando albergue a los solicitantes de asilo hasta diciembre de 2024. La medida es parte de un esfuerzo por enfrentar el creciente número de personas que llegan a la ciudad en busca de refugio.
El contrato, que originalmente estaba previsto para finalizar antes, se ha ampliado debido a la persistente demanda de alojamiento para los nuevos arribos. La Fundación de la Asociación de Hoteles ha sido responsable de gestionar el alojamiento en varios hoteles de la ciudad, brindando espacio a los solicitantes de asilo mientras sus casos son procesados.
Sin embargo, esta decisión ha provocado una serie de críticas. La principal preocupación es la creciente escasez de alojamiento para turistas, que ha sido exacerbada por la inclusión de los solicitantes de asilo en los hoteles de la ciudad. Los turistas, que tradicionalmente son una fuente significativa de ingresos para la ciudad, han encontrado dificultades para reservar habitaciones en medio de la alta demanda generada por este acuerdo.
El impacto de la medida se refleja en el aumento de los precios de las habitaciones y en la falta de disponibilidad en algunos de los hoteles más populares de Nueva York. Los operadores turísticos y las agencias de viajes han expresado su frustración, señalando que esta situación podría afectar negativamente al turismo, una industria vital para la economía de la ciudad.
Por otro lado, los defensores de los derechos de los inmigrantes han apoyado la medida, argumentando que es crucial proporcionar un albergue adecuado y seguro para los solicitantes de asilo. Subrayan que muchos de ellos llegan en condiciones desesperadas y necesitan asistencia mientras esperan una resolución a sus solicitudes de asilo.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha defendido la decisión, afirmando que el contrato con la Fundación de la Asociación de Hoteles es una solución necesaria para gestionar la crisis de vivienda para los solicitantes de asilo. Añadió que la ciudad está trabajando en paralelo para abordar los problemas de alojamiento de los turistas y encontrar un equilibrio entre ambos sectores.