Continúan labores de construcción en el río Masacre pese a objeciones del Gobierno Dominicano
Yosper, Dajabón.- A pesar del cierre de la frontera entre la República Dominicana y Haití, impuesto por las autoridades dominicanas, residentes haitianos siguen adelante con la edificación de un conducto de agua para redirigir el flujo del río Masacre. Esta acción ha generado controversia ya que contraviene un Tratado de Paz firmado entre ambos países hace 94 años.
Desde la provincia de Dajabón, en el lado dominicano, se perciben claramente las varas de metal erigidas cerca del río. A poca distancia, bajo un árbol donde ondea la bandera haitiana, miembros de los cuerpos de seguridad de Haití mantienen una vigilancia constante.
En el lado haitiano del área, se oye música y se observa un letrero que indica "Plan Kanal Rivyé Masak", acompañado de detalles técnicos acerca de la obra.
El Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) resguarda la zona fronteriza en Dajabón. Desde este punto, es visible una considerable cantidad de haitianos congregados en el lugar donde se está realizando la construcción. Las fuerzas militares están alerta a cualquier eventualidad.
Presente en la provincia fronteriza se encuentra el nuevo director del Cesfront, Freddy Soto Thormann, quien destacó que el país dispone de los recursos necesarios para enfrentar la situación actual.
En la misma área, periodistas tanto de la República Dominicana como de Haití han podido documentar lo que sucede. Reporteros del Diario Libre captaron imágenes de colegas haitianos registrando los eventos desde su territorio.
Durante la visita, también se notó que las autoridades dominicanas realizaban trabajos en una de las torres de vigilancia establecidas en el área fronteriza. El Ministerio de Defensa recordó que la verja perimetral que se construye en la frontera será llevada a cabo en dos fases, con un total de 163.8 kilómetros divididos en 14 tramos. El primer tramo ya ha sido detallado en términos de localización y longitud.
Este ambiente de tensión se desarrolla en un contexto donde los agricultores haitianos involucrados en la edificación del conducto han afirmado que no detendrán las obras, a pesar de las medidas anunciadas por las autoridades dominicanas.
Aunque la postura de los constructores ha sido de "canal o muerte", junto a la bandera haitiana desplegada en el área se observa otra de color blanco, interpretada por las autoridades dominicanas como un signo de paz.